miércoles, 1 de febrero de 2012

Introducción, justificación, o lo que sea

Pues nada, me acabé decidiendo a hacer un blog de éstos. A las tantas de la noche, bastante aburridillo, con el cerebro no precisamente elocuente, pero deseando mantenerse ocupado. Escarbando en su, en algún lado la hay, latente imaginación, no se le ocurrió ningún otro nombre para la cosa esta que "Crown in the Rye", algo ingeniosísimo y de lo que, ahora mismo, estoy realmente orgulloso. Coges mi apellido, lo pones en inglés que siempre, maravillosamente, suena mejor, adviertes que "oh, empieza por c y tiene una r, es casi como catcher, sí, suena parecido, toma juego de palabras", y recuerdas el título de uno de tus libros favoritos, precisamente, Catcher in the Rye (el cual, si no conoce un hipotético lector del invento, apaga y vámonos).
   Podría escribir largo y tendido sobre ese gran libro, escrito por J. D. Salinger (muerto hará un par de años tras acabar sumido en la más disparatada y deliciosa de las locuras) alrededor de, qué año, qué mismo da, leedlo y punto. Como iba diciendo, podría escribir mucho sobre él, pero para la cosa ésta del blog no supondrá más que un punto de partida, o quizá, un tema recurrente (y eso si consigo escribir durante algo más que un par de semanas). Por pensar algo, en principio me dedicaría en "Crown in the Rye" (cada vez me suena mejor), a hablar de cine. O quizá de música, quizá de literatura, alguna serie que pueda ser capaz de ver sin megaupload mediante... No sé, pero básicamente, y, vuelvo a repetir, si esta tontunita del blog no se pasa pronto, me dedicaré a hablar de esas cosas, probablemente para mí mismo y para deleitarme de mi propia escritura y todo eso que, con seguridad, no podrá hacer otra persona que no sea yo.
   En fin, bienvenido/s a "Crown in the Rye". Con un nombre tan estúpido, no puede ser tan malo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario