lunes, 22 de diciembre de 2014

La crítica más friki jamás vomitada. Parte III

 https://blogger.googleusercontent.com/img/proxy/AVvXsEhCjCKWNca-V381BQ_xgTowmXi-q60zi0jUfYBQZpzXgfzc8QTMlMpEycN_5SxeSE7qDfywvZKCicCX1tuOdp3Dary7kGH_UKNaJF9SHit7QUedujuFeEbIu18QEAZZjQIToXrvw245nJDHPYvt9FOoU2IOwGiMywbGF_ep7muFPLnnYj8cjomoWc7WSQSGc-bTFwFLhIGIE01PKc2fH_z4HGIR-v-sgwxtRDDleAUy7R-cr1hZk8RQI7KOvjScWFU=w426-h266-p

Cuando Peter Jackson y sus amiguetes buscaban financiación, cegados por la promesa de la gran aventura que vivirían si conseguían llevar a cabo su proyecto, enfervorecidos por la sincera y abrasadora pasión del fan y el creyente, llegaron a una conclusión bastante polémica, pero tristemente sensata. ¿Qué estudio querría financiar a ciegas una monumental trilogía fílmica poblada por elfos, orcos y hobbits? Jackson, gacha la cabeza, la barriga de dependiente de tienda de cómics intacta, entendió que el proyecto era demasiado ambicioso, casi irrealizable; nadie les daría la pasta en esas condiciones, así que se plantearon adaptar la obra más célebre de J. R. R. Tolkien en dos entregas, y vender el asunto como un díptico de esos que tan de moda están ahora, pero que en aquella época tan poco se estilaban. El Señor de los Anillos se vería reducida en dos partes, como en su día hicieron, y tan rana les salió, los responsables de la adaptación que a finales de los años 70 sacaron en dibujos animados. Jackson estaba triste; tendría que sacrificar muchísimas cosas, pero mejor eso que nada, ¿no? Cumpliría su sueño. Felices detalles del destino, los productores que acabaron conociendo eran majos y les dijeron que, puesto que El Señor de los Anillos estaba dividido en tres partes, ¿qué sentido tenía acometer la adaptación en dos? Y así la saga más ambiciosa, espectacular, emotiva y grandiosa del siglo XXI tomó forma.
   El Hobbit inicialmente iba a aparecer dividida en dos, por su parte, y no fue así. También iba a ser dirigida por otro director, pero nunca sabremos si Guillermo Del Toro podría haberlo hecho mejor (no habría sido difícil, sin embargo). Esta vez, al contrario que ocurrió con El Señor de los Anillos, la decisión de aumentar el número de entregas no obedeció a requisitos de adaptación, ni mucho menos a púberes delirios del fan que de repente se ve con mucha pasta y no sabe muy bien cómo utilizarla. La saga de El Hobbit, finalmente, y aun a costa de una primera entrega que no estaba del todo mal, no ha resultado ser más que un miserable sacacuartos, una abominación capitalista, una mierda estirada y estirada hasta el infinito que apesta tanto a mezquindad y oprobio que apenas permite que nos refugiemos en sus aciertos (que los tiene) o nos dejemos llevar por el entusiasmo fanático que una vez movió a Jackson, para luego no volver. Aquí la última parte de mi crítica, chiquilicuatres, y aviso desde ya que no va a ser bonita, y que por supuesto va a tener más spoilers que orcos muertos en dos horas y media de hedonismo vacuo y rancio. 

http://cinefagosmuertos.com/wp-content/uploads/2014/04/El-hobbit-batalla-5-ejercitos-nuevo-titulo-robert-fonoll.jpg
"¿Que si quiero vivir una aventura? ¡NO, saca el culo de mis tierras!"

   Ya de entrada, La Batalla de los Cinco Ejércitos empieza de culo. Viene Smaug todo chinao a vengarse de los humildes proletarios de la Ciudad del Lago, y éstos, mientras Bardo está metido en la cárcel no recuerdo por qué (no cometí el error de ver La Desolación de Smaug más allá de una vomitiva primera vez como para ello), tratan de huir antes de que los achicharren vivos. Entre los que escapan está el Gobernador, un hijoputa de mucho cuidado, y no porque se lleve todo el oro de la ciudad con él, sino porque en un momento dado decide tirar a Lengua de Serpiente (que ahora se llama Alfrid) de la barca para aligerar peso, y por culpa de este gesto nos obliga a soportar al amiguete durante el resto del metraje. Y sí, eso es mucha hijoputez, como se verá. El caso, Bardo escapa de la cárcel gracias a su hijo, que por lo visto tiene más huevos que todos los enanos, Legolas y su amada juntos, y se dispone a enfrentar al dragón mientras éste lo deja todo hecho un estropicio de fuegos artificiales y CGI del de los veinte duros. Como no ha explotado a su hijo bastante, Bardo, el papá del año, decide emplearle de ballesta humana para sostener la Flecha Negra (que ahora es una peazo Lanza Negra, porque las cosas en esta trilogía funcionan así), y el dragón va a por él a puerta gayola, sin escupirle fuego ni nada porque para qué, eso sería lo lógico y ya quedé como bastante soplapollas en la anterior peli (arco dramático coherente style). Y eso, que Bardo le dispara la peazo Lanza Negra justo en el agujerito de la Estrella de la Muerte y a tomar por saco el dragón. Bardo es un héroe. Bilbo y sus compadritos intuyen desde Erebor que Smaug es historia, y todo es alegría y miradas al infinito y música de Howard (Ascen)Shore. Y esto ha sido como en quince minutos de peli, ahí es nada, y te sientes estafado porque para esta chorrada ya te podían haber metido la escena en la peli anterior. Total, el sueño ya lo habías cogido.

http://www.resetmx.com/wp-content/uploads/2014/12/el-hobbit-batalla-cinco-ejercitos-trailer-final.png
Ya hay que tener poca vergüenza para utilizar esta imagen como cartel

   Volviendo a sorprenderte de lo poco que recuerdas La Desolación de Smaug, te encuentras de repente a Gandalf en una jaula en un sitio como muy siniestro y muy de tener colgadas jaulas enormes de precipicios. Aparecen entonces los superhéroes del Concilio Blanco y se ponen a repartir estopa para rescatar a su colega, y esto mola mucho porque Saruman, el señor Christoper Lee, doscientos y pico años de edad (hablo del actor, no del personaje), nos demuestra que de kung-fu entiende un rato, y que Nazgûl a él, no me jodas. Llegado un momento aparece Sauron, oséase, el ojo con graves problemas de estrabismo, y Galadriel, la señorona Cate Blanchett, le demuestra por qué su personaje es tan magnético aun cuando nadie entienda quién es o qué quiere, y le da una lección de humildad marcándose una de las mejores escenas de la película, que encaja a la perfección con lo visto en La Comunidad del Anillo. Un 10 ahí eh, porque no esperaba empalmarme tan pronto.
   Mientras, los proletarios de Ciudad del Lago deciden emigrar, y en lo que Alfrid reaparece y pone sus cejas horribles al servicio de Bardo alguien dice "Se acerca el invierno" y yo como que me mofo. Parece ser que los enanos les prometieron parte del tesoro en la peli anterior, así que ahora esto les vendría fetén ya que se han quedado sin casa y tienen que rehacer sus vidas y tal (la frase "rehacer sus vidas" la dicen como veinte veces o así, todo muy intenso), por lo que Bardo los lidera hacia las ruinas de la Ciudad del Valle, en las que se instalarán. Previamente, los enanos que se habían quedado tomando unas cañitas en la Ciudad del Lago deciden tirar para Erebor, y el enano horny se despide de la elfa poniéndole morritos mientras Legolas frunce el ceño, o al menos lo intenta. Disimulando, no es de ponerse tosco, aunque ahora hasta Justin Bieber le quite las novias, el elfo que nunca debió estar allí le propone a la elfa que nunca debió estar allí irse en plan amigos a Gundabad, o algo así, que ahí hay más orcos y podemos hacer lo que mejor se nos da hacer juntos, que es matarlos. Y no tendremos por qué follar, si no quieres.

http://www.filmadictos.com/wp-content/gallery/el-hobbit3/HBT3-037303r.jpg
"Venga, tron, corta el rollo y dime a qué vienen esas lentillas tan gays"

   Los enanos se reúnen en Erebor y Thorin no tarda en demostrarles a todos que se le ha ido la olla, no sólo porque de repente habla con la voz de Benedict Cumberbatch, sino porque está muy maleducado con todo el mundo y ya no respeta los tratos como antes, aunque sí tiene un segundo para protagonizar una escena bastante emotiva con Bilbo en torno a una bellota. Ahí huelga decir que Jackson da en el clavo al describir un diálogo de esencia típicamente hobbit, porque sí, los hobbits son el alma de la Tierra Media, y sin ellos ninguno de nosotros estaríamos aquí. Aclarado este punto, Bilbo le ha birlado la Piedra del Arca temiendo lo que le pueda pasar a Thorin si la acaba poseyendo, y el insoportable y pomposo padre de Legolas, Thraundil, se ha aliado con Bardo en unas reclamaciones que el nuevo Rey Bajo la Montaña, por supuesto, desoirá. Bilbo, luego de recibir la icónica cota de malla un poco como quien se encuentra un euro en la acera, decide jugársela y llevarle la Piedra del Arca al ejército de hombres y elfos para así convencer a Thorin de que cumpla el trato y recupere su honor. En el campamento se topa con Gandalf, recién llegado después de que Galadriel le haya vuelto a hacer la cobra, y lo que deberia ser un reencuentro emotivísimo se echa a perder cuando el mago, que a veces tiene ideas de bombero, ordena a Alfrid (al que sólo le han bastado unas tres gilipolleces para que toda la platea le quiera descuartizar) que vigile que el hobbit no vuelva a Erebor. Obviamente, Bilbo se pira, convencidísimo de que Thorin entenderá por qué lo ha hecho (y vuelve a ser emotivo esto, ya que ejemplifica la insensata y encantadora ingenuidad de su raza de un modo arrebatador, y calcado del libro, por supuesto). Thorin, al enterarse, decide descalabrar al taimado hobbit, el pobre Richard Armitage cada vez más sobreactuado, y Bilbo se salva por los pelos y no tiene más remedio que volver con Gandalf y los demás. Todo está listo para la batalla, y no sabes cuánto tiempo ha pasado, pero sí que lo ha hecho echando hostias.
   Parecería a primera vista que Thorin y sus camaradas tienen las de perder, porque son trece enanos contra un porrón de humanos y elfos, pero hete ahí que llega el primo Dain Pie de Hierro, como revela un Gandalf cuya única labor en este peli es explicar la trama (un poco como siempre, pero más chusco), y todo está más equiparado. Sobre todo porque el susodicho Dain viene montado en un gorrinillo super hipster y lleva unos bigotes que lo son aún más, y porque habla muy raro y gracioso. Y eso, que justo entonces aparecen los orcos, comandados por el Azog de los huevos y su primo tonto Bolgo y precedidos de unas serpientes exavadoras sacadas del asteroide de El Imperio Contraataca (y de las que no volverá a saberse NADA), y elfos, enanos y hombres se alían tácitamente y en cuestión de segundos para meterse de lleno en una coreografía muy molona. La Batalla de los Cinco Ejércitos, bitch. Hay cuatro de momento, pero todo se andará, que fijo que quedan cinco horas de peli por lo menos.

http://cdn.larepublica.pe/sites/default/files/imagecache/img_noticia_640x384/imagen/2014/07/28/video-hobbit.jpg
"Tenéis un futuro doraaado, si no olvidáis quién manda aquí... Mas quiero que quede bien claro... ¡NO DARÉIS UN BOCADO SIN MÍ!"

   En la batalla Bardo hace una cosa muy heroica y muy chorra para salvar a su familia (otra vez) y Bilbo lucha un poquillo y todo, utilizando un Dardo al que, por cierto, le ha desactivado la función de brillar cuando hay orcos cerca. ¿Qué mierda de fan eres tú, Jackson, grandísimo farsante? Muchas tomas panorámicas de puntitos digitales zurrándose, cero épica, Legolas y Tauriel llegan, ojo, que hay más orcos en una montaña a tomar por el ojete de aquí, menos mal que os hemos avisado eh, jeje, BÉSAME TAURIEL, POR DIOS, NO ME HAGAS DE NUEVO LO DE MAGALUF. Thorin, el enano horny, el hermano del enano horny y otro enano están en esa montaña precisamente, y alguien ha de avisarles, ¿y quién va a ser sino Bilbo? Tras una nueva escena que pretende ser épica pero sólo es otro bluff, Bilbo se pone el anillo y se echa a la carrera sin matar un solo orco por el camino, y eso que siendo invisible había cero riesgo. Estos hobbits. En la susodicha montaña un enano que no es el enano horny la diña, y llega Bilbo, dice que vienen más bastardos, le dejan inconsciente de un cebollazo en la nuca, y hasta ahí el gran papel de El Hobbit en la tercera parte de El Hobbit. Los enanos importantes ahora están en un lío tremendo, porque encima por ahí andan Azog y Bolgo. Mal rollo.
   Menos mal que está Legolas para salvar el día. La montaña está a tomar por el ojete, ¿eh? Pues ya ves tú qué problema, me encaramo a uno de esos murciélagos gigantes que revolotean por ahí y le digo que tire pal monte, que seguro que le pilla de camino, y hala. Ya estoy, gracias, flechazo en el colodrillo para que se pare, me apeo, y a darle leña al mono. Tauriel llega un poco más tarde y todos los héroes preferidos por el público, los que cuentan con su máximo cariño y empatía, ya están listos para la última gran lucha. Esta vez sí, el enano horny la diña al luchar con Bolgo, que ya es mala suerte, a ver Tauriel con quién practicará pedofilia ahora, y Legolas vuelve a hacer algo muy heroico y muy chorra mientras un puente se derrumba, justo para acabar con Bolgo de una vez por todas. Entretanto, Thorin y Azog combaten a muerte en un estanque helado con vistas preciosas a la sierra, y luego de protagonizar una escena que es, simple y llanamente, una puta vergüenza, se matan el uno al otro. Thorin, que ya volvía a ser molón luego de una escena rarísima de él solo en la montaña que no he mencionado porque en su momento se me ha olvidado, se despide de Bilbo, oportunamente recuperado de su traspié, y esperas que entonces llegue la emoción. Venga, ahora, ahora, emocióname, Jackson, malnacido. Pero nada.

http://nme.assets.ipccdn.co.uk/images/gallery/PeterJacksonPA270111.jpg
Con ese tipín, sencillamente no se puede dirigir una epopeya friki a derechas. Es de cajón

   Lo que queda de película es una serie de despedidas de desigual efectividad. Legolas le dice adiós a su padre y la conversación casi mola, porque mencionan de pasada a Aragorn, pero se jode cuando le da por hablar de nuevo de LA PUTA MADRE DE LEGOLAS QUE NO LE IMPORTA A NADIE Y DE LA QUE HABLAN TRES VECES PARA NO DECIR NADA Y DIOS NADA TIENE SENTIDO EN ESTA PUTA PELÍCULA. Bilbo se despide de los enanos en una conversación medianamente entrañable (por fin), y se vuelve con Gandalf al pueblo. Ah, sí, se me olvidaba, antes de todo esto han llegado las Águilas, con Radagast El Pelma y Beorn subidos a ellas con un primer plano de un segundo cada uno. Genial, Jackson, eh. Ocho mil horas de película pero no podías darle a Beorn unos veinte minutos dignos. Es que te haces odiar.
   Acabo cuanto antes que me estoy alargando y poniendo triste. Gandalf y Bilbo, como decía, vuelven juntos a la Comarca con unos planos preciosos, y el hobbit, ya a solas, protagoniza otra escena estúpida con el único objeto de demostrar que Thorin era su colega, pero en la que al menos sale por fin, redoble de tambores, LOBELIA SACOVILLA-BOLSÓN. Cinco películas esperándola, y por fin está aquí, y el hecho de que sea su aparición lo que más me haya ilusionado de la peli creo que no dice nada bueno de ésta. Enlace predecible con La Comunidad del Anillo, canción preciosa de Pippin, y fin. 

http://www.latinol.com/media/contenido/images/elhobbit420.jpg
Sólo esta ilustración merece más la pena que toda la maldita película

   Conclusión, ¿hace realmente falta? Discernir cuál es peor película, si ésta o La Desolación de Smaug, se antoja tan difícil como inútil, aunque sí es cierto que La Batalla de los Cinco Ejércitos deja muy buen sabor de boca sólo porque aparece al final la Comarca. También es cierto, por otra parte, que la última película exuma una desgana y una improvisación inéditas en el director de Tu madre se ha comido a mi perro. Todo está rodado como con cansancio, con prisas, con detalles de guión sin sentido ni continuación (habrá que esperar a las versiones extendidas, ¿no? A MAMARLA), y con una desidia realmente contagiosa. El relleno, ahora, es el menor de los problemas, comparado con lo insustancial de todo, y la película, entre imbecilidad e imbecilidad, ni siquiera se permite ser soporífera, componiendo un final, en resumen, muy lógico y coherente para lo que este proyecto era, en concepto, desde el principio.
   La saga de El Hobbit ha sido un gigantesco error, una trilogía que nunca debería haber sido tal, y que podría llegar a ensombrecer el legado de El Señor de los Anillos sino fuera porque estas pelis son demasiado buenas como para que algo las pueda ensombrecer nunca. Como aficionado al cine, puedo decir sin empacho que la saga de El Hobbit ha resultado ser una monumental chufa. Como seguidor de la obra tolkieniana, y más aún, como fanático del libro en el que se basa (que, no dejaré de repetir, es infinitamente superior a los centenares de páginas descriptivas y engañosamente poéticas de El Señor de los Anillos), la saga ha resultado ser, además, un insulto a mí y a todos los frikis irredentos que una vez creímos haber encontrado en Peter Jackson nuestro Mesías. Como todos los Mesías, sin embargo, como ya hizo George Lucas, Jackson nos ha fallado, y lo ha hecho por lo mismo que lo hacen todos, que no es otra cosa que la guita.
   Así que eso, Jackson, vete a tomar por culo. Con cariño, pero vete.

No hay comentarios:

Publicar un comentario