miércoles, 12 de febrero de 2014

Todo es fabuloso



De hecho, es una suerte que en esta temporada preOscars que vivimos, donde las carteleras son invadidas por aquellas películas que tuvieron que llegar meses antes pero que, ey, ahora podemos ver con la perspectiva que manipulan unos cuantos señores críticos que dicen que son la monda, irrumpa algo llamado La Lego Película en las pantallas. Tal cual. Ni La gran Lego Película ni 12 años de Lego ni Lego Buyers Club ni sé adónde pretendía llegar con esto así que paro. Los cinéfilos con 3 euros 90 que gastar a la semana nos podemos, pues, dar un respiro y disfrutar de una buena película sin tener que discurrir a la salida si tal número de nominaciones es desmesurado o escaso. Y, por supuesto, sin poder presumir de que la hayamos visto, ni sentirnos más preparados para "disfrutar" de los Premios Oscars de dentro de unas cuantas semanas. El cine es más que eso, diantre.
   Tengo que admitir que no me esperaba nada bueno de algo llamado La Lego Película (nuevo paradigma de lo infinitamente mejor que suenan los títulos en la lengua de Shakespeare), y más aún viendo un trailer bastante flojo que ni Batman atinaba a salvar. Si al final he acabado cayendo, ha sido por un afán romántico, por no decir peterpanesco (sí, yo jugaba a los Legos, y jugaba mucho, y me inventaba unas pelis que te cagas con ellos, y mis padres empezaron a preocuparse porque tenía pelos en el pecho y barba y dieciséis años y me tiraba casi más tiempo construyendo el Far West por centésimo primera vez que cascándomela, pero eso es otra historia y merece ser contada en otra ocasión), además del hecho de no haber leído hasta el momento ni una sola mala crítica. Os aviso de antemano que ésta tampoco va a serlo. Una mala crítica, digo. Una crítica mala, que sé yo. Vosotros diréis. O no. Apuntarme a la movida de Hispabloggers no está dando el resultado esperado.

¿Cuál es la peli favorita de Batman? V de Vatman

   Lo mejor que se puede decir de La Lego Película es que sorprende, y ya es una ventaja que le saca a, sin ir más lejos, las nueve nominadas de turno (El Lobo de Wall Street no cuenta, porque no es una sorpresa que Martin Scorsese sea el mayor genio vivo, y las que no he visto sí, porque dudo que entre cowboys con sida, o Judi Dench buscando a no sé quién, o Alexander Payne volviendo con la insulsa corrección por bandera, me lleguen a sorprender algo). Digo que sorprende porque llega un punto en que se hace imprevisible, y que el argumento mil veces visto (una suerte de arquetípico viaje del héroe con un montón de sabios ancianos que son unos cachondos, y famosos para más inri) se lanza a deambular por unos derroteros que, por muy cínico que seas, no puedes decir que te esperabas porque sabes que no. Una vuelta a la tuerca tan ingeniosa como eficaz, y que le inyecta a todo el metraje un halo de inesperada trascendencia que no detallaré para que al menos pique la curiosidad de alguien y corra al cine a verla, que sólo había dos putas personas en la sala y daba pena, carajo. 
   Esto, por un lado. Por otro, La Lego Película es un despolle. Y uno de los buenos, de los de toda la vida, cúmulo de chistes de ésos que igual no te desatan la carcajada la segunda vez que los presencies, pero sí te sacarán la sonrisa, y lo harán también tanto en el cuarto visionado como en el centésimo primero. El humor es constante y basándose en su práctica totalidad, como era fácil imaginarse, en las referencias metacinematográficas. No es ningún secreto que por esta película se pasean personajes como Batman, Gandalf, Supermán y hasta Milhouse, todos que da gloria verlos, haciendo migas con sujetos de nombres como Megamalo, Megapresi, Supercool o Emmet (Emmet, colegas, Emmet, como Emmet Brown, como Doc, qué peli más brutal). El arsenal de chistes que este tipo de factores permite no flaquea nunca, y garantiza que la hora y pico que dura sepa a muy, muy, muy poco. Y además está Batman. Y Batman ha sido siempre la polla, pero nunca como en esta peli. Los que se rieron con los chistes de Batman, o los que amaron la serie de los sesenta, o los que pensaron que Batman y Robin no dejaba de tener su toque Antonioni, están de enhorabuena. La Lego Película nos regala la versión más canalla, trasnochada y badass del mito, y nos hace temblar sólo de imaginarnos la comparación con el sosainas de Ben Affleck al emularle en la mierdipeli que se prepara (y que por cierto me la trae lo que viene siendo muy floja, dada su inherente condición de secuela de El Truño de Acero). 

¿Qué se pone Batman para salir a la calle? Super fume

   Total, que con la peli te vas a reír, y te vas a reír mucho, y además el giro del final te va a hacer pensar, y eso siempre es bonito. En lo tocante al aspecto visual, sólo cabe aplaudir la originalidad y buen trabajo con la animación, pero sin tampoco demasiado entusiasmo por mi parte (yo jugué a los videojuegos de Lego, sí, también, mi adolescencia fue la leche, y pude acostumbrarme a esta variante de stop-motion o lo que sea). Pese a este velado entusiasmo que manifiesto, las escenas de acción son frenéticas y muy abundantes, y, por decir algo más, la recreación del agua es sorprendente. Por lo cutre y encantador, claro.
   La Lego Película tiene tantas cosas buenas que lo poco malo que pueda decir se diluye en la grata impresión que me ha causado su conjunto. Tampoco os creáis, las cosas malas se reducen a "este personaje no me hace gracia", "este chiste no ha quedado muy allá", "Batman sale demasiado poco", etcétera, por lo que no malgastaré más líneas intentando decir algo vagamente destructivo. Ni siquiera la previsibilidad acaba resultando un hándicap potente, gracias a ese bendito giro del que me tengo que morder la lengua, o los dedos, o lo que sea, para no acabar dando algún detalle. Sólo diré que, sí, la peli al final consigue que te mueras de ganas por ponerte a jugar con tus cacharritos de Lego.

Un día, Batman negó el Holocausto

   Podría decirse que La Lego Película es la película de animación más original y memorable desde Toy Story 3, pero igual sería pasarse, y tampoco me arriesgaré a enarbolar tales máximas. La Lego Película, de momento, lo peta, y con eso basta. Ahora le toca al tiempo decidir si es un clásico o no. 
  PS: Si no acabas tarareando la cancioncita de "Todo es fabuloso" al acabar la película, no sólo estás muerto por dentro, sino que además, durante tu adolescencia, te pasabas más tiempo cascándotela que jugando a los Legos. Y eso, perdona que te diga, es despreciable. 

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